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August 10, 2016

William Gutierrez Pico

 

 

Descifrando al humano oculto

 

 

A lo largo del trabajo investigativo, evidenciamos que los niveles de violencia en la capital han aumentado considerablemente desencadenando diversos comportamientos en la sociedad, tales como justicia por su propia mano, inconformismo hacia las autoridades competentes y por supuesto miedo compulsivo a cualquier hora del día y en cualquier lugar.

 

Mucho hemos hablado de las secuelas psicológicas y el malestar de la víctima ante un acto que vaya en contra de su voluntad y genere insatisfacción, pero hemos relegado el trasfondo del actuar ante tal hecho que tanto nos genera insatisfacción, acaso ¿puedo ser yo el culpable de dicha actuación?, la respuesta mediática a la pregunta sería “no”, pero ¿será que no estoy recapacitando lo suficiente para pensar en el bullyng que yo hacía al niño tímido en mi salón? ¿En la mirada despreciable de que le hice al vendedor de maní cuando interrumpió mi charla en el transporte? o ¿en la burla que hacía a los demás por su apariencia física?, quizás pensamos que no es suficiente para tomar medidas tan drásticas y que generen secuelas en alguien con estas variaciones de trastorno y comportamiento.

 

Como lo dice un viejo y conocido refrán “de gota en gota se llena la copa” y quizás estas personas apartadas socialmente están llenas de rabia y rencor, gracias a nuestro comportamiento. No es fácil lidiar con una sociedad excluyente que critica, ignora y lastima directa o indirectamente por medio de comentarios, en redes sociales o en simples comentarios de cafetería. Debemos aprender que la palabra por mínima que sea siempre tiene fruto y consecuencia de las críticas es el odio y la falta de intolerancia que estamos acostumbrados a manejar.

 

Siendo así, pienso que el llamado “delincuente” es un retrato de nosotros mismos, soy yo quien lo creo con mis palabras, con mi comportamiento y con mi actuar en la sociedad, ya que quizás para ellos no es fácil llevar una pesada carga llamada “sociedad”, y tarde o temprano deciden hacer justicia por su propia mano.

El robo a mano armada, los homicidios, femicidios, etc.

 

Quizás podemos empezar a descifrar al humano oculto en el agresor haciendo una retrospectiva de nuestro actuar, ya que quizás soy yo quien lo alimento y provoco su ira y su coraje haciendo que sea ese ser agresivo al que veo con una figura delincuencial, pero pocos sabrán que tras su aspecto y su actuar hay miedos, angustias, temor y deseos de ser aceptado por una sociedad que margina y humilla a quien consideran diferente.

  Tras la cara oculta, un humano oculta.

                       August 13, 2016

Michelle Barbosa

Hoy en Colombia se habla de delicuencia, victimarios, victimas, paz y no mas violencia. En los ultimos meses en las noticias escuchamos dos temas por decirlo de algún modo, en "furor". Uno se ellos es que se firma la paz, que habrán ciertos convenios para que haya justicia con la victimas, que el papa y otros más serán los mediadores de este proceso. Victimarios que por muchos años cambiaron la historia del país con ideales firmen en un socialismo que nunca eistira en Colombia. 

El otro tema la revocatoria en contra de Ginna parody y una marcha erronea y con insulto de por medio por parte de muchos ciudadanos, "homofobicos" que se convirtieron en victimarios al violentar y degradas a personas homosexuales que antes de su condición son humanos y mrecen los mismo derechos que cual heterosexual.

Traigo estos dos temas a este blog porque definitivamente y como lo podia observar en la entrevista realizada a una mujer victimaria de sí misma, que la violencia esta, no solo en aquellos partipantes del conflicto armado que despropiaron a muchas personas de sus tierras, que asesinaron a muchos padres e hijos mayores de hogares campesinos, que violaron a muchas mujeres y las esclavisaron como en siglo pasados, que cultivaron coca, amapola y marihuana no con el fin de aromatizar la tierra sino de envenar millones de cabezas de jovenes, niños y adultos que hoy padecen  la enfermedad de la adicción que también destruye familias; si no que esta también en esos seres que no aceptan las diferencias, que con insultos palabras y hasta canticos obsenos que dan mal ejemplo a sus propios hijos, violentan a otros seres humanos como ellos que lo unico que hacen es amar a alguien de su mismo genero. Pero pedimos paz. 

 

Tras una cara oculta bajo reglas estatales, empresariales, un hogar, familia y vidas perfectas, un humano oculta  que en culquier momento puede volverse victimario. Para mi el arma mas poderosa es el amor y la tolerancia. Hemos observado a través de este blog gracias a nuestro equipo de trabajo y sus investigaciones, que el humano no dejara de ser humano por convertirse en un agresor, muchos humanos conciderados por ellos mismo humanos dentro de la norma y que no delinquen, son victimarios con sus actos tal véz sin intención, que violentan a otro ser. 

 

las estadisticas del instituto de estudios urbanos de la Universidad Nacional, arrojan que la mayoria de delicuentes, entre raponeros, ladrones, violadores entre otros, comienzan su vida delincuencial, en edades entre los 13 y 15 ños, si no desde los 8 a los 11 para otro casos, esto quiere decir que secuelas de maltrato, drogas, y familias disfuncionales, dan el nacimiento a agresores que terminan su vida en las carcelos o afuera, delinquiendo deido a un trauma ocasionado por un humano que oculta, aunque no delinca es victimario.

 

La ironía es grande, muchos de los niños ubcados en centro de adopción que no son adoptados, se resiente y por falta de amor pueden convertirse también en agresores, y una gran parte de Colombia marcha porque no haya adopción a parejas de mismo genero porque son monstruos y gentes que no educarian bien a sus hijos. ¿Sera que no tienen derecho a dar amaor y enseñar tolerancia y muchs principios espirituales y a recibirlos, todos los seres humanos en el mundo?

GUARDA LA PIEDRA EN EL BOLSILLO

Por: Alejandra Rodríguez

 

«Esa venganza oculta que hay en cada uno, es la que nos lleva a estar a la defensiva y reaccionar lanzando dardos hirientes con quienes contendemos, ahí  se evidencia que también hay un agresor oculto en el humano que creemos ser»

Cada persona en cierta medida ha tenido que padecer de algún tipo de agresión, desde violencia física, verbal, psicológica, hasta del chancletazo de mamá, en fin, todos en algún momento hemos sido víctimas;  pero con seguridad, en la misma medida o mayor, hemos sido victimarios.

 

Victimario, no es solo aquel que roba, mata o viola a una persona,  es aquel que con una palabra puede acabar con la estima de alguien más;  la burla, la discriminación, el chisme, el hacerle la vida imposible a mi compañero porque me cae mal, son claros ejemplos de agresión y,  ¿qué tal si incluimos el actuar como jueces de otros?  Hay un refrán muy común que dice «el que esté libre de pecado que tire la primera piedra» Pues bueno, creo que nos va a tocar guardar la piedrita en el bolsillo. El problema que tenemos como nación, en parte, se debe a que cada uno paga “ojo por ojo y diente por diente” o  utilizamos frases como “el trato que  me das será el que recibirás”  esa venganza oculta que hay en cada uno es la que nos lleva a estar a la defensiva y  reaccionar lanzando dardos hirientes con quienes contendemos, ahí  se evidencia que también hay un agresor oculto en el “humano” que creemos ser.

 

Lamentablemente, por estos días se nos ha medido el grado de tolerancia y violencia que puede existir en cada uno de nosotros a través del termómetro de las redes sociales, y el resultado un rencor enfermizo por defender u oponerse por lo  que  “se cree que es lo correcto”  y,  ¿así pensamos construir paz en un post conflicto, con el odio de un pueblo, con la ausencia de un mandatario, con respuestas sin argumentos de los ministerios, con una chispa encendida por un chisme y peor aún avivada por los medios? 

 

Creo que este es el tiempo propicio para hacer una introspección, para mirar  la viga que hay en el ojo de cada uno de nosotros y no detenernos a mirar la paja del ojo de mi prójimo,  porque la opinión de todos tiene el mismo grado de valor e importancia para construir sociedad, lo malo está en que condenamos a muerte a quienes no piensan igual. Y ¿así se reclama igualdad?  Pues bueno, mejor hagámonos un favor, aquietemos el agresor oculto  que vive en cada uno de nosotros, y como dice el refrán: si no tienes nada bueno (respetuoso) que decir, mejor no digas nada.

Termino con este artículo citado por Jaime Garzón: «Nadie podrá llevar por encima de su corazón a nadie ni hacerle mal en su persona aunque piense y diga diferente»

UN PUNTO DE VISTA DE VÍCTIMA Y VICTIMARIO

 

Por: Leidy Paola Jimenez Quiroga  

 

 

 

 

 

 

Después de tantos años  de estudiar y analizar cada persona, sus intereses, las intenciones de cómo actúan, porque tomo la decisión de entender a las víctimas y victimarios. Es así que ella,  nos relata que cada uno de los victimarios tiene una vida diferente, que son muchas las decisiones que los llevan a tomar esta vida tan oscura y perseguida por las autoridades.

 

En Bogotá este conjunto de vocablos están marcados por la violencia, manchándolas de lágrimas, desdichas y sufrimiento; brindando un panorama desolador y que sólo se puede refugiar en la esperanza sembrada por aquellos que aún a costa de su existencia, sólo gritan al viento tratando de encontrar eco en los oídos de aquellos, para quienes su significado sea el de armonía y vida.

Las injusticias hacia nuestros ciudadanos se camuflan en uniformes, legales e ilegales, que le brindan a quienes los usan, el poder de la fuerza. A unos los condecora la opinión pública y a otros los condecora el honor de la lucha por sus ideales, pero en este ir y venir de fuerzas las víctimas brinda su sangre y lágrimas, que para unos implica el triunfo, mientras para otros es el sabor de la derrota.

Casos como el desplazamiento, las mujeres cabezas de familia, indigentes, transeúntes, niños abandonados, soldados torturados, víctimas de atentados, en fin son tantos los casos que suceden en un ciudad como Bogotá, pero también en el mundo. Cualquiera puede ser víctima de padecer el sufrimiento y el deterioro de los derechos humanos.

EL HUMANO OCULTO EN EL AGRESOR 

Violencia, un drama que NO termina

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