ÚNTESE Y NO SE LIMPIE
- Alejandra Rodríguez
- 17 jul 2016
- 2 Min. de lectura

Hay una frase popular y que podría sonar muy corriente, pero que aun así considero debería ser una especie de lema para todo periodista ciudadano y es: “hay que untarse de pueblo”; sin embargo, yo le añadiría algo más – y no limpiarse –.
Creo que todas –o en su mayoría– las profesiones están enfocadas al servicio de la comunidad, y el periodismo sin duda, es una de ellas; sin embargo, tristemente el periodismo tradicional en Colombia – que prácticamente es gobernado por los canales privados – ha manifestado en repetidas ocasiones hacia donde se inclina su balanza, basta con escuchar cinco minutos de sus debates y queda claro de que parte están. Este tipo de situaciones son las que han ocasionado que la gente los critique y pierda su credibilidad en ellos y es comprensible que se muestren más demandantes frente al deseo de recibir información real y sin tapujos, mientras que por el otro lado, los escenarios (los privados) son desaprovechados en la construcción de democracia, pues, irónicamente estos medios subsisten gracias a ese poder al cual se inclinan, dejando en desventaja y a un lado los ideales y las necesidades del pueblo.
Ahora, el periodismo cívico que busca promover la comunicación y la participación con el fin de crear una cultura política y democrática tiene la gran responsabilidad de “rescatar” ese contacto que se ha perdido con la ciudadanía y que ha sido la razón por la cual se vive en una sociedad indiferente hacia lo público, ajena hacia las necedades y hacia el deseo de asumir como propia la construcción de una comunicación que mediante la participación y la opinión pública, genere un cambio significativo.
Pero si en pleno siglo XXI no se ha logrado que la sociedad participe para construir lo público es porque algo se está haciendo mal y particularmente creo que el problema radica en que hay pocos periodistas que le apuestan al periodismo ciudadano, al involucrarse con la gente, al conocerla, al orientarla sin un interés en particular, a conectarse, a lo que llaman empatía, en fin, al untarse de pueblo y no limpiarse. Pues, es solo cuando nos impregnamos del dulce aroma de la gente, que conocemos con certeza las realidades más duras de la nación, es donde se logra sentirse parte de un país que sufre y espera respuestas.
Es así como los recursos se está desaprovechando y el espacio para construir democracia también, ya que, el ciudadano si está haciendo su labor de informar a través de las redes sociales o los blogs, de alguna forma está dejando escuchar su voz, está exponiendo su vida para dar a conocer una problemática (véase paro camionero) y la pregunta es ¿los periodistas dónde están?
El interés por construir un mejor país debe estar en todos, así que, es hora de despertar. Afuera hay gente que aún sueña con un país diferente y en nosotros hay una gran responsabilidad para orientar con objetividad y la creación de contenido que emita mensajes que procuren la opinión pública, pero no esa opinión que critica, que desdibuja y daña, sino esa opinión donde se ve reflejado el respeto e interés por el otro y por un cambio social.
Bình luận