Las Marcas de sus Manos

La sociedad colombiana, presenta varios índices en donde la violencia tiene un incremento que hace que se genere en varios barrios de Bogotá; en esta gran ciudad muchas personas viven día a día de la violencia y del miedo que puede transmitir Bogotá. Entre los victimarios, esta vez Laura es la que sentencia su historia entre las víctimas, una mujer que tiene todo porque vivir, luchar por su hijo y luchar por su vida.

Laura, es una mujer de 37 años de edad, nacida en Venecia Antioquia, ubicado a las afueras de Medellín. Actualmente es vendedora y se desempeña como vendedora informal.

Las cicatrices en sus manos, me causan curiosidad. Empiezo a ganarme su confianza, tenía la curiosidad por conocer que le había sucedido en sus manos, pero su rostro asoma esa sensación de sufrimiento, como si hubiera tenido den pasar por situaciones difíciles, pero sin importar lo difícil que se encuentre su entorno, sonríen dándole el significado a la vida. En medio de la conversación, su rostro empezó a cambiar, así que le pregunté ¿Qué te sucedió, en las manos? su rostro mostró una desolación que se podría sentir y con voz opaca responde, “Porque, mi ex esposo, me hecho agua hirviendo” Mi asombro no se hizo esperar y una nueva pregunta sale a relucir ¿porque lo hizo?

Laura, me mira y me dice es una larga historia, y sin pensarlo mi rostro mostró su ansiedad por conocer aquel relato. Y Comenzó a su historia.

Cruza sus piernas y comienza a relatar desde que lo conoció y dice

• Lo conocí cuando trabajaba de enfermera, el me molestaba bastante y nos conocimos en la reunión de una amiga, empezamos a salir y todo comenzó bien, tuvimos nuestro primer hijo y poco a poco empezó a cambiar, empezó tomar y llegar entonado a la casa molestando por mis horarios nocturnos en mi trabajo –

Estas palabras se quebrantan, al momento en la que cuenta su historia, y en medio de atenciones a las personas de que llegan, sigue contando su historia como víctima.

• En los primeros días llegaba y me gritaba, solo aguantaba pensando que él tenía razón, generando que maltratara mi salud mental, mi trabajo no me daba mucho tiempo así que le dejaba a mi hijo a mi mama –

El relato sigue y mi asombro crece

• Los turnos que tenía como enfermera, seguían creciendo, así que el maltrato de parte del aumento, cuando un día del mes de abril del año 2012, salí de mi trabajo y él estaba en la casa esperándome, salí exhausta de ese día y como saben, el horario de las enfermeras es rotativo –

Ser toma su rostro con las manos y con voz quebrantada, mostrando sus ojos aguados dice

• Llegue a la casa a descansar y este señor estaba tomado, me empezó a gritar porque le molestaban mis horarios, recuerdo tanto que estaba calentando agua, pero no tenía razón si estaba ebrio, en medio de la discusión le dije que me quería ir y dejarlo que se calmara, eso agrando el problema y fue a la cocina y yo estando recostada en la cama me hecho el agua hirviendo en mi cuerpo lastimándome las manos y parte de mi cuerpo, el dolor fue incontrolable –

• Salí, corriendo de mi casa y como pude llame a mi mamá para que me llevara a la clínica en la que trabajaba, allí fue donde atendieron mis heridas y con el dolor del alma, tuve que denunciar a este sujeto y actualmente se encuentra en proceso judicial por las heridas que me causo y aún no puedo superar-

Entre recuerdos y ventas de las personas que se acercan a su lugar de trabajo, y me dice bostezando con sueño, “esa es mi historia como víctima de un monstruo como ese” Todo lo que me cuenta, me deja pensando que la sociedad tiene mucha violencia y que muchos siguen callando por miedo.